A partir de la
reforma constitucional en materia de Derechos Humanos de fecha 06 y 10 de junio
de 2011, se dio un cambio sustancial dentro de nuestro marco constitucional y
la mayoría de las leyes y normas jurídicas mexicanas, ya que se introduce a
nivel constitucional un amplio espectro de protección a derechos humanos, que
no sólo ampara los derechos reconocidos dentro de nuestra Constitución Federal,
sino también todos aquellos contenidos dentro de los Tratados Internacionales
de los que nuestro país sea Parte.
Esta reforma ha
causado que la comunidad cambie (en sentido positivo) su perspectiva del
funcionamiento de nuestro sistema jurídico, debido a que con estos cambios se
busca avanzar mucho más en materia de defensa de derechos humanos, su respeto,
garantías, protección, y reparaciones a las violaciones causadas a los mismos. Muchos
de estos cambios sustanciales se han dado dentro de la práctica judicial.
Con la reforma
constitucional de junio del 2011 y la promulgación de la nueva Ley de Amparo de
abril del 2013, los Tribunales del país han reconocido que el espectro de
protección a derechos humanos se ha expandido para ya no únicamente ser
aplicable a personas físicas, sino también a personas morales. Esto se dio como
una consecuencia natural del reconocimiento de las personas morales como
titulares de derechos humanos, y en este sentido la jurisprudencia expone lo
siguiente:
“Época:
Décima Época
Registro:
2003341
Instancia:
Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo
de Tesis: Jurisprudencia
Fuente:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Libro
XIX, Abril de 2013, Tomo 3
Materia(s):
Constitucional
Tesis:
VII.2o.C. J/2 (10a.)
Página:
1902
PERSONAS
MORALES. AL RECONOCÉRSELES COMO TITULARES DE DERECHOS HUMANOS PUEDEN ACUDIR AL
JUICIO DE AMPARO EN EL NUEVO SISTEMA CONSTITUCIONAL (REFORMAS CONSTITUCIONALES
PUBLICADAS EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN DE 6 Y 10 DE JUNIO DE 2011).
La interpretación sistemática,
teleológica y progresiva de los artículos 1o., 103 y 107 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos conduce a sostener que el Poder
Reformador amplió el objeto de protección que brinda nuestra Constitución,
estableciendo como derechos mínimos de los que deben gozar las personas que se
encuentren en territorio nacional los derechos humanos consagrados en el propio
texto constitucional y los establecidos en los tratados internacionales de los
que nuestra Nación es parte. En el nuevo diseño constitucional se hace
explícita la existencia de garantías que tutelan su protección. Así, el juicio de amparo se erige como la
vía jurisdiccional con que cuentan los gobernados para acudir ante los
tribunales federales, a fin de que, en sede nacional, una instancia judicial
analice si con la expedición de una norma de carácter general, un acto u
omisión de la autoridad se vulneran derechos humanos. Esto se corrobora con el
proceso legislativo de las reformas correspondientes, de donde se advierte que
no fue voluntad del legislador excluir a las personas morales del acceso al
juicio de amparo, pues lejos de ello, se les reconoció, por ampliación, como
sujetos titulares de tales derechos, en lo que les resulte aplicable. Lo
anterior incluso es acorde con la jurisprudencia internacional, tal como se
colige de lo resuelto por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el
caso Cantos contra Argentina. De lo contrario, sostener que el juicio de amparo
es improcedente tratándose de las personas morales, implicaría quitar a dichos
sujetos una vía de protección que la propia Constitución y la Ley de Amparo,
previo a las reformas de junio de dos mil once, les otorgaban, lo que
conduciría a realizar una interpretación restrictiva sin sujetarse al mandato
de buscar la protección más amplia en materia de derechos humanos, como lo
ordena el párrafo segundo del numeral 1o. de la Carta Magna, además de vulnerar
el principio de progresividad, ahora consagrado en el párrafo tercero de dicho
precepto constitucional e ir en contra de la finalidad buscada por el Poder
Reformador.
SEGUNDO
TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SÉPTIMO CIRCUITO.”[2]
Y de igual manera, en tesis aisladas, Tribunales
Colegiados han emitido criterios en este mismo sentido, reconociendo como
titulares de derechos humanos a las personas morales:
“Época:
Décima Época
Registro: 2002853
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Libro XVII, Febrero de 2013, Tomo 2
Materia(s): Constitucional
Tesis: I.7o.P.1 K (10a.)
Página: 1418
Registro: 2002853
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Libro XVII, Febrero de 2013, Tomo 2
Materia(s): Constitucional
Tesis: I.7o.P.1 K (10a.)
Página: 1418
PERSONAS
MORALES. SON SUSCEPTIBLES DE LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS, AL ESTAR
INTEGRADAS POR PERSONAS FÍSICAS Y POR TENER EL CARÁCTER DE PARTE EN EL JUICIO
DE AMPARO.
De acuerdo con la interpretación
convencional, podría considerarse que la titularidad de los derechos humanos
únicamente corresponde a las personas físicas; sin embargo, la realidad
jurídica evidencia que las personas morales o jurídicas también los adquieren,
y son susceptibles de protección, puesto que dichos derechos han evolucionado a
una protección más amplia, como los llamados de primera generación, entre los
que destacan los de propiedad, posesión, credo religioso, personalidad, acceso
a la justicia, seguridad jurídica y legalidad, entre otros. Lo anterior es así,
ya que se conceden a los seres humanos (personas físicas) en tanto que forman
parte de una agrupación determinada, como las personas morales ofendidas;
además, porque de acuerdo con el artículo 5o. de la Ley de Amparo, son partes
en el juicio de amparo, entre otros, el tercero perjudicado, pudiendo
intervenir con ese carácter el ofendido o las personas que conforme a la ley
tengan derecho a la reparación del daño proveniente de la comisión de un
delito, y entre éstas no sólo participan las personas físicas, sino también las
morales (privadas u oficiales).
SÉPTIMO
TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL PRIMER CIRCUITO.”[3]
Por lo tanto, al ser la intención del legislador
incluir a las personas morales como sujetos titulares de derechos humanos,
también se les debe reconocer la posibilidad de acudir al juicio de amparo al
momento de ver restringidos o violados dichos derechos, y tal y como lo
explican los criterios citados, dentro de nuestro nuevo paradigma
constitucional se estima que existe como prioridad la protección de los
derechos humanos, por lo que inclusive es necesario que nuestro sistema
jurídico se vaya poco a poco transformando con la finalidad de que cada vez
sean más protectoras, o mínimo menos lesivas, las consecuencias jurídicas
derivadas de nuestras leyes.
Lo anterior implica que las normas relativas a
personas morales siempre deben ser interpretadas mediante el criterio pro
persona, como lo expone la siguiente jurisprudencia emanada del Pleno de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación:
“Época:
Décima Época
Registro:
2008584
Instancia:
Pleno
Tipo
de Tesis: Jurisprudencia
Fuente:
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro
16, Marzo de 2015, Tomo I
Materia(s):
Constitucional
Tesis:
P./J. 1/2015 (10a.)
Página:
117
PRINCIPIO
DE INTERPRETACIÓN MÁS FAVORABLE A LA PERSONA. ES APLICABLE RESPECTO DE LAS
NORMAS RELATIVAS A LOS DERECHOS HUMANOS DE LOS QUE SEAN TITULARES LAS PERSONAS
MORALES.
El artículo 1o. de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, al disponer que en los Estados Unidos Mexicanos todas las personas
gozarán de los derechos humanos reconocidos en dicha Constitución y en los
tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de
las garantías para su protección, no prevé distinción alguna, por lo que debe
interpretarse en el sentido de que comprende tanto a las personas físicas, como
a las morales, las que gozarán de aquellos derechos en la medida en que
resulten conformes con su naturaleza y fines. En consecuencia, el principio de
interpretación más favorable a la
persona, que como imperativo establece el párrafo segundo del citado precepto,
es aplicable respecto de las normas relativas a los derechos humanos de los que
gocen las personas morales, por lo que deberán interpretarse favoreciendo en
todo tiempo la protección más amplia, a condición de que no se trate de
aquellos derechos cuyo contenido material sólo pueda ser disfrutado por las
personas físicas, lo que habrá de determinarse en cada caso concreto.”[4]
Por lo tanto podemos concluir que en la actualidad
el reconocimiento y protección de los derechos humanos no se encuentra limitado
únicamente a las personas físicas, sino que efectivamente fue intención del
legislador incluir a las personas morales dentro de los sujetos titulares de
dichos derechos, y por lo tanto se encuentran legitimadas para poder acudir al
juicio de amparo con la finalidad de buscar la protección de sus derechos más
básicos y fundamentales.
[1] Autor: Jaime García Martínez.
[2] Personas morales. Al reconocérseles como
titulares de derechos humanos pueden
acudir al juicio de amparo en el nuevo sistema constitucional (Reformas
constitucionales publicadas en el Diario Oficial de la Federación de 6 y 10 de
junio de 2011). Jurisprudencia. Amparo directo. Segundo Tribunal Colegiado
en materia Civil del Séptimo Circuito. Clave VII.2o.C. J/2 (10a.). (SJF: 10ª época, T. III, Abril, 2013, p. 1902).
Disponible en línea en: SCJN < http://200.38.163.178/sjfsist/Paginas/DetalleGeneralV2.aspx?Epoca=1e3e10000000000&Apendice=1000000000000&Expresion=2003341&Dominio=Rubro,Texto,Localizacion&TA_TJ=2&Orden=1&Clase=DetalleTesisBL&NumTE=1&Epp=20&Desde=100&Hasta=100&Index=0&InstanciasSeleccionadas=6,1,2,50,7&ID=2003341&Hit=1&IDs=2003341&tipoTesis=&Semanario=0&tabla=>.
[3] Personas morales. Son susceptibles de la
protección de los derechos humanos, al estar integradas por personas físicas y
por tener el carácter de parte en el juicio de amparo. Tesis aislada. Amparo en revisión. Séptimo Tribunal Colegiado
en materia Penal del Primero Circuito. Clave I.7o.P.1 K (10a.). (SJF: 10ª época, T. II, Febrero, 2013, p.
1418) Disponible en línea en: SCJN < http://200.38.163.178/sjfsist/Paginas/DetalleGeneralV2.aspx?Epoca=1e3e10000000000&Apendice=1000000000000&Expresion=2002853&Dominio=Rubro,Texto,Localizacion&TA_TJ=2&Orden=1&Clase=DetalleTesisBL&NumTE=1&Epp=20&Desde=100&Hasta=100&Index=0&InstanciasSeleccionadas=6,1,2,50,7&ID=2002853&Hit=1&IDs=2002853&tipoTesis=&Semanario=0&tabla=>.
[4] Principio de interpretación más favorable a
la persona. Es aplicable respecto de las normas relativas a los derechos
humanos de los que sean titulares las personas morales. Jurisprudencia.
Contradicción de tesis. Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Clave P./J. 1/2015 (10a.). (SJF: 10ª
época, T. I, Marzo, 2015, p. 117) Disponible en línea en: SCJN < http://200.38.163.178/sjfsist/Paginas/DetalleGeneralV2.aspx?id=2008584&Clase=DetalleTesisBL>.
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